MI HISTORIA: La UCI

Esta no es la última fase, pero para mí, es dónde mejor me he sentido.
24/24 monitorizado, vigilado, en una sala en la que se  respira tranquilidad.  En esta sala pasé desde el viernes, a mi salida de la Sala de Hemodinámica, hasta mi subida o más bien bajada a planta.
Esta era el cubículo en el que estuve durante 4 días.
Aquí se come ligero, cinco veces al día, aunque la quinta es después de la cena un vaso de leche, desnatada obviamente.  Un menú diario para que sepais lo que comemos.
DESAYUNO
Leche desnatada c/descafeinado y azúcar
Pan 60 gramos
Aceite de Oliva
Una pieza de fruta
Esto representa 262 kcal.
COMIDA
Crema Vichy
Merluza hervida c/ patatas y zanahorias
Pan 60 gramos
Una pieza de fruta
Esto representa 597 kcal
MERIENDA
Leche desnatada c/descafeinado y azúcar
1 Paquete de galletas (4)
Una pieza de fruta
Esto representa 75 kcal.
CENA
Crema de calabacín
Pechuga pollo plancha
Lechuga c/ aceite y vinagre
Pan 60 gramos
Una pieza de fruta
Esto representa 742 kcal
En total unas 1650 kcal.  Si grasa, sin sal, adelgazas por narices, y mejoras tu alimentación.
Tres turnos de personas te vigilan.  Estás monitorizado, te dan las medicinas, controlan el líquido que tomas.  Si tomas un vaso de agua, les avisas, y lo apuntan.  Pero también apuntan cada vez que orinas, lo que haces en una botella, o cada vez que defecas.  Al principio lo hacía en la habitación, pero y, oh genial adelanto técnico, me monitorizaron por wifi, y podía ir al aseo común de enfermos, y tenía intimidad.  Es difícil la intimidad en una UCI, y por eso se agradecía.
Te dan todo tipo de medicinas, incluso, para ayudarte a dormir, un relajante, o algo más fuerte, y aquí si estás consciente, eliges.
Aquí conocí varios casos, pero uno que me llamó la atención.  Ignacio, que se había muerto, y gracias a que en la empresa en la que trabajaba, había un desfibrilador, le hicieron volver a la vida, hasta que llegó la UVI. 
 Este es un desfibrilador automático externo, que cualquiera puede utilizar. 
De nuevo es fundamental la rapidez, y por supuesto los medios, esos que dicen que vienen de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.  No amigos, ¡NO! son gastos que nos mantienen vivos, y podemos hablar de cortarlo, hasta que nos llega la necesidad.  ¿A que aquí no renuncian?
Ahora a Ignacio le han instalado un aparato que le permite seguir vivo, como lo harán por cualquiera de nosotros si es lo que necesitamos. 
Ya os digo que en la UCI estuve cuatro días. 
No estoy muy seguro de los medicamentos que tomé, pero en cuanto investigue un poco más, os los indico.




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